CAPITULO XXXIX LA PULSERA DE DRACO

CAPITULO XXXIX

LA PULSERA DE DRACO

 

 

En la casa de los Granger Hermione aparece con Draco solos los dos  el rubio por fin intenta que su amiga le diga la verdad

-       Hermione ¿por qué mentiste en el colegio?

-       Era lo mejor nadie debe de enterarse de lo sucedido esta noche – respondió la castaña mirando al piso

-       Pero ¿qué fue lo que paso? – pregunta Malfoy

-        No quiero hablar de eso – contesta algo alterada

-       Hermione necesito saber la verdad para poder entender – insiste el chico

-       No estoy lista todavía – dice la ojimiel – mejor dime tú que sabes y como es que conseguiste la pulsera

-       Esta bien te contaré el día en que Ron fue salvado yo me encontraba en mi cuarto buscando un libro, de repente fui a mi baúl tuve la idea de haberlo puesto ahí cuando lo vacié por completo vi al fondo la pulsera en forma de serpiente, no era mía eso era segura creí que tal vez mi mamá la había dejado por error, no se porque pero me la puse en la muñeca y de la nada empezó a brillar y de repente la marca que tenia en el brazo como muestra de haber sido un mortifago se borro sin dolor sin cicatriz, la primera reacción fue de alegría quería dársela a mis padres para que borrará aquella marca entonces quise quitármela pero me fue imposible aquello me lleno de miedo y angustia – dijo el rubio mientras tocaba su pulsera

-       Bueno eso es porque es un objeto que te pertenece a ti y borro cualquier magia negra que estaba en ti – contesta Hermione

-       Pues eso no lo sabia en ese momento así que empecé a buscar la información pero no halle nada que me quitará las dudas, luego lo del viaje de Harry y Ron me sonó extraño sabia que de una u otra manera algo trataban de ocultar – hablaba el rubio

-       Si aquel viaje no era normal lo supe cuando sentí que ellos se despedían de mi como si tal vez nunca nos volveríamos a ver, la tristeza y el miedo en sus ojos presagiaba algo muy malo – menciono la castaña

-       Luego cuando tu me contaste lo del Libro de las Sombras me acorde lo de los horrocruxes y decidí pensar antes de contarle a los demás, esa noche me di cuenta que la pulsera tenía algo que ver con aquello por eso me uní a ustedes en la búsqueda de la verdad- comento el joven

-       Si por eso me ayudaste siempre, pero una cosa más ¿Cómo te distes cuenta de que eras un hechicero? – Interrogo su amiga dejando estupefacto al rubio pues entonces ella sabia que él era Ea

-       Bueno… lo supe hace un par de días soñé con la biblioteca y pese a creer que era una tontería decidí comprobar su existencia y anoche fue que me el alma de Ea apareció delante de mi y me confeso la verdad e imploro por protegerte que alguien muy cercano a ti te dañaría, entonces empecé a sospechar de los que nos rodeaba sobre todo de Ginny, Neville y Luna sabia que uno de ellos te atacaría – las palabras del chico sonaban sinceras y con pesar pues se culpaba por no haberla podido defender bien

-       No te preocupes  - contesto la castaña intuyendo lo que sentía el joven en ese momento – lo que paso tenía que pasar

-       Luego decidí entrara a la biblioteca y descubrir quien te haría daño pero creo que hice lo que Luna siempre quiso que hiciera – apretó las manos recordando el momento que lo había petrificado.

-       Tu no eres culpable de nada – contesto la chica

-       Claro que lo soy yo debía protegerte – se reprochaba el rubio – bueno creo que ya es inútil ahora ¿Qué harás tú?

-       Lo que siempre he hecho hacer lo mejor para todos – tomo su varita e hizo una sonrisa algo desconcertante y luego lanzo el hechizo – Imperius

Mientras Draco se encargaba de las órdenes dejadas por la castaña gracias a que lo había dominado al hechizo Imperius ella hablaba con sus padres y una vez mas los embrujo para continuar con sus planes.

Han pasado varios días Draco se encuentra en Australia trabaja como encargado de reclutar a nuevos magos para enviarlo a los mejores colegios a estudiar.

Harry y Ron están ya recuperados triste por no recibir noticias de su amiga pero esperan con ansias estar bien para buscarla y cuidarla, son dados de alta en la enfermería ambos de inmediato se dirigen a su cuarto ahí Pig entra rápidamente y le da una pergamino a su dueño este lo abre presurosamente pues reconoce la letra de Hermione la lee detenidamente sus ojos se llenan de lágrimas le entrega el anillo de Medroc a su amigo arruga el pergamino y lo avienta lejos el sale de la habitación Harry que no entiende lo que acaba de pasar recoge la carta y la lee.

Para:Ron

Cuando leas esta carta lo más seguro es que este muy  lejos eso es lo mejor para todos, me ha costado tanto escribir estas palabras no se como decir adiós sin que el alma se me parta.

Cada día vivido en Hogwarts fue inolvidable y más porque en ellos estaban siempre mis 2 mejores amigos cuidándonos unos a otros, por ustedes encontré el valor para enfrontar mis miedos e inseguridades.

El anillo es de Harry entrégaselo y cuando lo hagas dile que lo quiero mucho, me marcho para sacrificarme como el lo hizo para salvar al mundo.

La vida o el destino jugo conmigo y con mi corazón una vez más me abandonaron así lo sentí el miedo a la muerte lo conocí y solo aquel que siempre juró ser mi peor enemigo me rescato tal vez fue eso tal vez como dicen por ahí del odio al amor hay un paso, su ternura y su protección ganaron mi amor

La verdad más cruel y desdichada es esa amo al único hombre con el que ninguno de los dos me aceptarían con su enemigo con él mas traidor como pedirles que les de una oportunidad cuando ni siquiera yo podría dársela sabiendo que el pasado se perdona pero no se puede olvidar, Ron no sabes como me cuesta escribir esta verdad amo a Draco al joven que me salvo cuando solo me encontraba. Me marcho con él hemos decidido ser felices juntos él me prometio protegerme contra todo y NUNCA dejarme SOLA pase lo que pase y le creo cada palabra cada promesa cada mirada.

Al final creo que deje de ser una verdadera Gryffindor pues me aterro la idea de decírtelo en la cara soy como él una traidora pero el corazón no puedo mandarlo.

ADIÓS PARA SIEMPRE