CAPITULO XIV EL DESTINO DE LA VIDA

CAPITULO XIV

EL DESTINO DE LA VIDA

 

 

 

Cuando terminan de escribir las tarjetas se dan cuenta que es tarde y deciden irse a dormir, antes de que tuvieran problemas.

En el ministerio los chicos cada uno en su cama se encuentran sumergidos, en un mundo de pensamientos, mientras Harry piensa en el amor que le tiene a Hermione, el dolor que le provocaría su muerte y la amistad que se rompería si Ron se enterara de sus verdaderos sentimientos hacia la que era en ese momento su novia.

Recordaba las veces que sus mejores amigos se habían arriesgado para salvarlo, lo que sacrificaron, pero jamás pudo imaginar que esta vez las cosas malas fueran directo a su amiga.

En otro cuarto Ron tomaba una foto de su familia y de sus amigos, trataba de recordar los momentos felices que había pasado con ellos, pero cada vez que lo hacia la veía a ella a su lado, siempre junto a él, mostrando la mayor valentía, sabiendo que si ella estuviera en ese momento junto a él las cosas serian mucho mas fácil.

Cada uno de ellos sumergidos en un mar de amor y de dolor mezclado, tratando de encontrar lo que tal vez ella ya hubiera visto, se quedaron profundamente dormidos, pero hasta en sus sueños su risa lo acompañaba a ambos.

En el colegio, Hermione le comentaba a Luna que la vida de las gemelas era la mas interesante que había leído, y le confeso que a ella le encantaría haber tenido una hermana, su amiga le sonrió y con ojos hacia las estrellas le dijo que ella también le hubiera encantado tener una hermana mayor que la cuidara y que la protegiera y viéndola a ella con un toque soñador, le pregunta a su amiga si ella la aceptaría como hermana, Hermione la vio y con un abrazo fuerte sellaron su nueva hermandad nacida del corazón y no de la sangre.

Esa misma noche un terrible suceso haría que toda la comunidad de magos temiera lo peor, mientras cada mago dormía un mago mas perdía sus poderes a mano de la sombra del aquel libro maldito.

A la mañana siguiente toda cambia una noticia con una lechuza blanca anunciada desde antes y en las palabras de la pequeña nota una verdad que aunque se sabia al conocerla duele en el alma.

Un mago más ha sido atacado esta vez una periodista conocida por todas Rita Skeeter ahora solo era una simple muggle, en el interior de Harry los sentimientos de miedo volvieron, el solo recordar lo que había visto la noche de la muerte del señor Aberforth toma su mano toca el anillo de Medroc que recibió a cambio de sus lentes viejos, un auror, al ver la sortija le pregunta si esa argolla es el legendario anillo de Medroc, sin saber porque el miente diciendo que era solo una copia que un amigo se la había obsequiado.

El auror pregunta a Harry si conoce la historia, él asiente con la cabeza y le asegura que es  hermosa, su acompañante se levanta la verlo tan distraído, pero entes de marcharse Harry le pregunta si conoce el hechizo que Medroc utilizo, él auror le da una nota con el hechizo y se marcha sin decir nada, tal vez aquel hombre pudo ver en sus ojos la verdad que él trataba de ocultar.

Tomo aquel y el anillo y pronuncio aquel hechizo, y la argolla desapareció de su mano, aquella decisión era la mejor que había tenido en su vida pensaba Harry al verla desaparecer.